El Mago que pacifico Argel
Robert Houdin
Históricamente, se creyó que los árabes de Argelia fueron provocados para rebelarse contra los colonos franceses por milagros falsos llevados a cabo por sus líderes religiosos. En 1856, el Segundo Imperio Francés de Napoleón III envió a Robert-Houdin a Argelia, esperando que pudiese llevar a cabo trucos más impresionantes, para así disolver el entusiasmo de los rebeldes. Los trucos de Robert-Houdin lograron romper la influencia de los mulá; además, los árabes comenzaron a temerle al ilusionista. En un truco, le permitió a un árabe que le disparase con una bala marcada, pero en lugar de matarlo, hallaron la bala en sus dientes. Luego de aquella prueba, pensaron que sería capaz de hacer cualquier cosa. Robert-Houdin no fue el primer ilusionista en realizar el truco de la bala atrapada por los dientes, y muchos después de él han adaptado su propia versión del efecto.
El ilusionista realizó otro famoso truco para probar que la magia francesa era más fuerte que las técnicas locales: mostró una caja vacía con un fondo de acero que cualquiera sería capaz de levantar. Pero escondiendo un imán bajo el suelo, la hizo inamovible, "probando" que mediante su poder, podía evitar que el guerrero más fuerte la levantase. Poco después descubrió que podía hacer más impresionante al truco cuando no dijo que haría más pesada la caja, sino que exclamó que podría convertir en débil al hombre más fuerte, demostrando que era incapaz de levantar en alto una caja que un niño pequeño podría manipular.
Otro truco, el "árbol de naranjas", fue utilizado por el epónimo ilusionista en la historia corta de Steven Millhauser "Eisenheim The Illusionist", más tarde llevada al cine como The Illusionist (2006).
Robert-Houdin es a menudo descrito como "el padre de la magia moderna". Antes de su nacimiento, los ilusionistas realizaban sus actos en mercados y ferias, pero Robert-Houdin actuaba en teatros y fiestas privadas. También prefería vestir ropa formal, como la que llevaba el público. Muchos magos actuales ven esta elección como anticuada y prefieren usar prendas informales; Doug Henning fue el primero en rebelarse contra este estereotipo, con un aspecto más moderno creado por sí mismo.
Debido a su éxito, Robert-Houdin abandonó el trabajo de relojero y se dedicó a ser ilusionista, lanzando trucos nuevos y actuando incluso en su tiempo de vacaciones. Su esposa a menudo se veía involucrada en sus trucos, los cuales eran innovadores para la época, y luego tenía que revelárselos a las autoridades para evitar ser perseguido por brujería.
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